El pueblo blanco, más blanco.
El pueblo blanco, más blanco no es aquel que mejor encalada tenga su fachada, sino el que mejor desarrolle un sistema de gestión medioambiental, es decir, el más ecológico.
Hace algunos años, algunos pueblos de Andalucía, quisieron convertirse en el pueblo blanco más blanco de todo el planeta. Para ello debían obtener la Certificación AENOR, certificación que cumplía la norma UNE-EN ISO 14001:1996 y era de validez internacional.
Probablemente una estrategia de marketing turístico por parte de sus responsables, pero de igual forma una bonita iniciativa. Los Ayuntamientos iniciaron una política medioambiental que consistía en cumplir TODA la legislación ecológica existente en ese momento, la local, comarcal, europea y continental. Para ello confiaron la iniciativa en “sus vecinos”, toma ya.
Recogieron todas sus quejas y se comprometieron cumplirla. Se instalaron depuradoras, donde antes había vertederos ahora hay parques y se rehabilitaron edificios con material de la zona para alojamientos rurales destinados al turismo rural. Un trabajo que aún prosigue porque el certificado hay que renovarlo cada año proponiendo nuevas mejoras.
Por cierto, los pueblos blancos más blancos fueron Ohanes (Almería), Parauta (Málaga) y La Tahá(Granada).
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